Sobre el guaraní recuperado leyendo los cosmopoemas de Lilian Sosa y sobre las acrobacias de Balthus evocadas por los dibujos de Marta Mondrian: dos escritoras paraguayas de hoy, autoras, respectivamente, del poemario ‘Ha ko’ê sapy’a’ (‘Y de pronto amanece’) y del fanzine poético ‘Miss Violencia’.

Uno. Cosmopoemas de Ha ko’ê sapy’a (Y de pronto amanece)

«Todo es sueño a nuestro alrededor. La realidad no se revela sino iluminada por un rayo poético. La marcha hacia la Estrella. Los que van delante llevan el cayado; los de atrás, el látigo; a los lados, los horribles cierran filas».

Braque

Hyku Jasy

Amo che pytasã guive

repoñy che apére;

ñehetû pa’ûme

rejupi mbeguekatumi,

ha pe tape ku’áre

repyta sapy’aite:

jasy ka’aguy raity yképe

remono’õ eirete.

Reguãhêségui pe jasy ñe’ã ruguápe

rejepovyvy yvága rembére,

remongaru kirirî,

reheréi yvu no’õ,

ha py’a tarovápe

hendy ka’aguy;

che pyambu,

ndey’uhéi,

ejehetepoka,

akãnundu otorore ñande pohéi

ha omondyky jasy ryku.

Py’aropu potápe

añandu repoñy,

rejupi che retére,

ha tatapÿicha

reike tytýi che pype:

opupu yvu,

oñemombe ku’a,

pyahê,

pytuhê,

juku’a,

hendy kyre’ÿ;

py ryrýi,

akuruchî… ha

okapúvo kane’õ

itîndy akãnundu.

Hyku yasy, hyku.

Ha hayvívo pytûmbýpe

Omokambu haity.

(SE DERRITE LA LUNA: «Desde allí, desde mis tendones, / reptas por mi cuerpo; / entre suaves caricias / muy lentamente subes / y, a mitad de camino, / un instante te detienes: / a los costados del nido de la selvática luna / recoges miel. / Porque deseas llegar a las recónditas entrañas de esa luna / hurgas en las orillas del paraíso, / alimentas silencios, / lames los veneros plenos / y, ya en total desasosiego. / Arde la selva: / yo jadeo, / tú tienes sed; / mi cuerpo viborea, / la fiebre se mece en nuestro lecho / y rezuma gotas de luna desleída. / En la linde de la desesperación / siento que te arrastras; / vas trepando por mi cuerpo / y, como tizón encendido, / latiendo entras en mí: / bulle el manantial, / la cintura se contrae, / hay suspiros, / gemidos, / jadeos, / se encienden los bríos; / hay un temblor de pies, / un aovillarse / y, al reventar el cansancio, / declina la fiebre. / Se derrite la luna, se deslíe. / Y al lloviznar en la penumbra / baña de leche su nido»)

Sí, en Paraguay, país de guaraniparlantes mayoritariamente, el guaraní hoy es un problema crucial. No hay control de calidad en los materiales de estudio de las escuelas y colegios, los padres y abuelos no entienden ese galimatías que inyectan en sus hijos y nietos bajo el nombre de «guaraní». Una criatura monstruosa, teratológica, brotada de mentes pervertidas que se excusaron, para su puesta en práctica, en la promesa utópica de que habitaríamos poéticamente un país bilingüe en veinte años, según lo vaticinó y planeó aquella nefasta reforma educativa de los 90. Un guaraní que desprecia los préstamos lingüísticos y que promueve en cambio la acuñación de neologismos delirantes («vakapipopo», juaz). Esdrújulas, esdrújulas, esdrújulas. Como decía Caillois, cualquiera que use palabras de más de tres sílabas es sospechoso. Convertir «nuestra dulce lengua nativa» en trabalenguas impronunciables no es un buen camino para materializar utopías.

Kunu’û Tyky

Ne akã kunu’û

che pyti’a aramboháre

ojeporeka,

ha opytu’û hagua sapy’aite

upépe opyta.

Ha upépe aipychykuévo

nde áva ambohape,

rojopy chejehe rohetûmba,

oanuãvo ne kunu’û

ipo’aitépa ko che pyti’a.

Oinepa cheicha ijaguaráva.

ombyaty kyrÿimbáva tory ha vy’a.

Pyhare ru’ãgui

mandu’a ysapy osyry ha ogua;

ha ipahaitépe che ñe’ãruguaitépe

oñembohupa,

oñemokunu’û ha oñenóvo

mborayhu ka’úgui opyta ikera.

(GOTA DE TERNURA: «La ternura de tu cabeza / se acomoda en la almohada / de mi pecho. / Y un instante allí se queda / a descansar. / Te estrujo, te beso, / y, cuando la acaricio, / abro surcos en tu pelo / como queriendo plantar en ella / todo el amor que siento. / Cuánta suerte la de mi pecho / cuando acoge tu ternura. / ¿Habrá otra como yo / que cosecha tan gozosa alegría? / Desde la cumbre de la noche / se escurren las chispas del recuerdo: / en el fondo de mi alma/se instala, / se regodea de gozo / y allí se acuesta»)

Ser es percibir. Hoy, cuando vivimos en la era del «percibir es configurar», de crear y consolidar ese mundo hegemónico actual de la Internet 24 horas, este libro, publicado en 2011 por editorial Arandurá y poco comentado, me ha llevado a ese introito plagueón. Un simple libro de poesía que nos enseña cómo debe y puede ser el guaraní, claro y trasparente, sin monstruosidades artificiosas introducidas por profesores-funcionarios sin tino. Del berkelyano momento que obtuve con este libro intento hablar aquí.

Kuña Reko

Uruku ra’ÿi

tyepýgui, hi’ajupávo okuipoñy;

tuvyky, kirirîhaitépe

ojehekyikuévo omopytãmba

omboykuévo hapykuerekañy.

Ñe’êñongatuguýpe,

oisu’u ñemondýi rapo

hasyguýva puru’ãguýre iro iro,

ha ipytûmba

y guive opu tekovesã.

Ha omongy pytãvo

Omoguãhê mitãkuñamíme

Ipyahujeýva hekorã.

(SER MUJER: «Semilla de urucú, / desde adentro, ya madurada reptado cae; / las gotas de sangre, silenciosamente, / al desprenderse tiñen de rojo / cuando humedecen su extraviada huella. / Debajo de ocultada voz, / muerde las raíces del espanto/aquello que bajo el ombligo amargamente dulce, / y desde su penumbra estalla el lazo de la vida. / Y, al llover rojizo, / a la adolescente le hace llegar / su renovado / ser femenino»)

Los poemas en guaraní van en las páginas impares, y en las pares, la correspondiente traducción en español. No hace falta decir que traducir el guaraní es casi imposible, pero la versión española da una idea de los poemas originales, sin alcanzar necesariamente su gracia y encanto.

Gua’u

Hykúma pochy.

Hatã tesay.

Pukavy ojera.

Mborayhu osyry.

Tesarái kusugue,

ne ñe’ê oñotÿ,

ha omyasãi jerovia

iñe’êpajeguýpe:

che reko jevy haguã.

(BROMA: «Se ha desleído el enojo. / Se endurecieron las lágrimas. / Se abrió la sonrisa. / Fluye ella amor. / Las ruinas del olvido / las entierra tu voz, / y propaga la confianza / bajo el hechizo de su habla: / para poseerme de nuevo»).

Con la sola enumeración de los títulos queda evidenciado lo amplio del abanico de seres y aspectos de la naturaleza que cubren sus poemas; picaflor, el árbol, flor dorada, lluvia inacabable, ogami, luciérnagas, casita de juasy’y (la Ziziphus iguanea), chirimoyas, luna que se derrite, etc. Si se decía que Stephen Hawking cuantificó el universo, redujo el cosmos a partícula, podríamos intentar con este libro la siguiente analogía: cosmofica la naturaleza.

Ogami

Ma’êmína,

nde ko…

ogami kirirî,

ombovaváva topea rapypa’ûme kuarahy’ã,

piro’y asy, pytu’u ha sakã,

ha añandu nda’upeichaiha che ñe’ã.

(CALLADAMENTE: «Mira / esta pequeña casa callada / que hace que la sombra oscile, / plácida, fresca, descansada y transparente / en el regazo de mi párpados. / Mas no es así en mi corazón / que en ella sobrevive»)

Si la poesía es dios hecho palabra (Cioran), también es un reptil jurásico (Agamben). Es decir, todo muy lindo, mas nadie la lee y a nadie le importa. Sí les importa a los poetas a la moda conseguir becas y ganar premios literarios, pero esto solo aumenta la sensación de que es un anacronismo hoy, en los tiempos pos-léxicos de la telemática de Google, Facebook, Twitter…

Yvoty Aju

Che róga kapi’imi ári

tajy sa’yju poty

kuarahy ropéicha

okúi ha okukúi,

ha isavana ojaho’ikuévo

kapi’i atã rupa,

yvotyty rendáicha

hyakuãvurei ha ojajái,

ahecha vaicha osãingo ha oñesupêhêva

che korasõme yvága rakã.

(FLOR DORADA: «Sobre la techumbre de paja / de la pequeña casa, / cual pétalos del sol / se desprenden, caen/las flores del lapacho. / Y ya vueltas sábana dorada / sobre el grisado lecho, / aroman y resplandecen / cual un huerto florido: / de pronto en mi corazón retoña / un pedazo de cielo»)

Escribir, dijo alguien, en el fondo no es más que (querer) colgar como globos o banderines policromos las palabras que nos fascinan. Y leer, addendo yo por mi parte, sería bajar esos globos… Encontrarlos y bajarlos. En mi caso, este libro me retrotrajo al guaraní de mi infancia. Como hijo de padres campesinos emigrados a la city, fui un privilegiado: hoy ya casi no escucho palabras que escuchaba entonces, y las he vuelto a encontrar en el libro de Lilian Sosa. Parafraseando a Girondo, diría (y mi cometido en esta reseña ya estaría colmado largamente): Cristino Bogado, agradecido.

Yvyra Máta

Ymavémi

kóva ko yvyra

kakuaa va’ekue pe hakã,

péichango oguerovu hi’ãnga pe ipyti’akua.

Héra rire ára rymba

oheréi pe ipere ahecha

tape ári ko’ága

hoguekúi, ipiru ha ikã,

ha jepytasópe ombojegua

ikérape tatakua rokê:

pema’êmína, yvyrakuéntema opyta.

Ha chomano ohavere mantevo ko’ága

ipeju po’ípe ojatuanupã,

ha meméma aratiri ohãimbe’e

ijitáre yvytu ro’ysã.

(EL ÁRBOL: «En otro tiempo, este árbol / fue esplendorosamente grande, / aún ahora su alma lo atestigua. / Tantos años en vano no fueron, / dejaron duras huellas en su tallo. / Hoy, al verlo abatido / a un lado del camino, / ya sin hojas, seco, agostado, / aún en sueños resiste / y sus fragmentos se embellecen / a las puertas del fuego. / Ahora que ya la muerte lo roza, / con helado soplo la nuca le bate, / y sin pausa el relámpago / sobre su dureza de piedra afila / el frío viento»)

«Para tener vida en el universo, se necesita una rara conjunción de muchas coincidencias. La vida, que depende de una variedad de complejas reacciones bioquímicas, puede fácilmente hacerse imposible si cambiamos algunas de las constantes de la química y la física en una pequeña cantidad. Por ejemplo, si las constantes que gobiernan la física nuclear cambiasen aunque fuera ligeramente, entonces la nucleosíntesis y la creación de los elementos pesados en las estrellas y supernovas podría hacerse imposible. Los átomos podrían hacerse inestables o imposibles de crear en las supernovas. La vida depende de los elementos pesados (elementos por encima del hierro) para la creación de ADN y moléculas de proteínas. Así pues, el más pequeño cambio en la física nuclear haría que los elementos pesados del universo fuesen imposibles de fabricar en las estrellas. Somos hijos de las estrellas; sin embargo, si las leyes de la física nuclear cambiasen lo más mínimo, nuestras “madres” serían incapaces de tener “hijos” (nosotros)», dice Kaku en Hiperespacio.

Esta verdad científica es compartida por la visión poética de Lilian Sosa: la consanguinidad entre las estrellas y los hombres.

Che Rovetã Guive

Che rovetã guive

ambopepo che ãho,

ahecha oveve ojupi ha oguapy oñemyatimói

jasy jyva ári ikyharõguáicha.

Che rovetã guive upe aja

ama’ê pyhare rekóre:

mbyjakuéra oñembyesavijoa chéve

oikuaáre hikuái

che heseguakeraha.

(DESDE MI VENTANA: «Desde mi ventana / mis deseos alados parten, / veo cómo vuelan, suben y se mecen / en brazos de la luna. / Desde mi ventana / miro la vida de la noche: / las estrellas, juntas, me guiñan / porque saben que yo soy / parte de ellas»)

Lilian Sosa

Ha ko’ê sapy’a 

(Y de pronto amanece) 

Asunción, Arandurá, 2011

128 pp.

Dos. Miss Violencia

Es un fanzine poético dibujado y escrito por Marta Mondrian. Entre el verso y el aforismo, nos trae sueños, espíritu punk y un mundo cercano a los universos de Cioran, Porchia y La naranja mecánica. «El coito feroz de existir puede terminar con la vida eyaculando plomo en tu vagina». Por sus posturas acrobáticas, las niñas-adolescentes de sus dibujos recuerdan vagamente a ciertos personajes de Balthus (y las posturas imposibles, perversas, de las poupées de Bellmer), mas nuestra artista sería un Balthus a la séptima potencia en cuanto a la impostación del cuerpo desarticulado.

Alter ego literario de Giovanna Sánchez, Marta Mondrian (Asunción, 1986) ha publicado cuentos y poemas y participado de la Primera Feria del Libro Cartonero en el Centro Cultural de Asunción «Manzana de la Rivera» (2011), su obra de teatro Los mediocres subió a escena en el Ateneo Paraguayo bajo la dirección de Ricardo Castellani (2014), su poema «Holocausto» es el texto de un cortometraje producido por Paraguay TV y dirigido por el cineasta Hugo Robles (2014), su voz es una de las recogidas en el cedé Guatapú: Voces poéticas de Latinoamérica (2016) y figura en la antología Ya estamos caminando por esta tierra reluzente perfumada. Poesía paraguayensis del siglo XXI, de ediciones Vox, Argentina, con selección, notas y prólogo de Douglas Diegues (2016). Vive actualmente en Areguá. El fanzine Miss Violencia se puede conseguir contactando con la propia autora en @nihilisima.

kurubeta@gmail.com

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